Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Rescates, soluciones complejas... e imprescindibles

Quien tenga soluciones para resolver un problema tan serio como el incremento de los rescates en montaña, que las exponga, que las coloque sobre el tapete. No es un sarcasmo ni un reto, sino una expresión denotativa de una necesidad. En cada balance, como el de ayer, las cifras engordan y, con ellas, los perjuicios en vidas, en daños físicos, en pérdidas materiales, en consecuencias económicas y, cuestión que no es menor, en exposición de profesionales sobre todo y voluntarios en inferior medida a circunstancias de inseguridad ocasionadas ora por las condiciones naturales, ora por la imprudencia humana.

El incremento de las operaciones de la Guardia Civil en el hábitat natural y los guarismos de muertes y de heridos revelan que nos hallamos ante una situación cuyas respuestas son complejas y, sin embargo, imprescindibles. No se puede acusar a administraciones y entidades colaboradoras de inacción para informar sobre la seguridad en la montaña. Nadie ha de osar la duda sobre la pericia de los profesionales privados que ofrecen sus servicios con el objetivo de salvaguardar la integridad de los aficionados a la actividad física en contacto con el medio ambiente. Y por supuesto que no se debe poner en entredicho la libertad para este ejercicio sano... hasta que deja de serlo.

Y, sin embargo, las tareas de prevención, de comunicación y de recuperación de la normalidad no son suficientes para evitar determinadas actitudes y comportamientos absolutamente inquietantes, incluso enojosos. La disuasión que obran campañas en otros ámbitos, como en el del tráfico, no se ha trasladado a los escenarios naturales. Hay que buscar un equilibrio, porque encogerse de hombros no es una opción si queremos mermar unas estadísticas dolorosas.