Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Desestacionalización y complementariedad

La presentación del Estudio de Desestacionalización de la Demanda Turística en Aragón responde a la necesidad de desmenuzar la realidad del sector en nuestra comunidad autónoma para conseguir una vieja aspiración y también para contemplar la complementariedad en los momentos en los que la estacionalidad es propicia pero puede verse afectada por avatares sobrevenidos. Es el caso en los últimos meses de la magnífica oferta de la nieve de nuestro Pirineo que, infortunadamente, se ha visto mermada en esta temporada por la "tormenta perfecta" de los ataques a esta modalidad, con una climatología errática debido a la escasez de precipitaciones y al exceso de temperatura. Seguramente por la potencia de esta variedad en los valles pirenaicos, hasta ahora no ha sido preciso articular un plan B frente a estos contratiempos, que debiera ser incluso plan A en los ejercicios propicios para que el abanico de atractivos se multiplicara y diversificara para ampliar el público objetivo a los gustos plurales incluso dentro del mismo núcleo familiar o de amistades.

Si el consumo en general está demandando experiencias diferenciales y dignas de ser remembradas, en el caso del turismo esta querencia es mucho más acentuada. No en vano, en el ocio buscamos emociones y vivencias que nos alejen de la cotidianeidad y nos sorprendan, ya que son factores que auspician la repetición del destino, la vuelta a los mismos establecimientos y a los servicios recibidos. Objetivamente, Aragón y particularmente la provincia de Huesca disponen de recursos para distinguirse de la competencia de otros territorios, para integrar unos paquetes ora especializados, ora diversos. En todos los casos, hay que otorgar a nuestro turismo un relato fascinante y seductor, que no deje margen a la resistencia.