Opinión
Por
  • CHESÚS ORTEGA GÓMEZ

Vergüenza ajena

Vergüenza ajena he sentido con la sentencia exculpatoria de la agresión de varios miembros de la Guardia Real a dos personas de Jaca, cebándose con una de ellas por su color y a la cual conozco hace más de 20 años. Habib, que así se llama, me parece un gran tipo y participó varios años con nuestra antigua Avecnor (Asociación de Vecinos del Barrio Norte) de Jaca haciendo de Baltasar visitando a la gente que el 5 de enero estaba en el Hospital. No me extraña que, con estos "tratos", seamos más los republicanos.

Vergüenza ajena con los bienes inmatriculados de la Iglesia, en especial nuestra querida ermita de Santa María de Iguácel. Yo, que empiezo a salir del pozo de una depresión, que dicho sea de paso no se entiende hasta que no caes en una, es como parir que hasta que no lo sientes en tus carnes... yo, desgraciadamente no puedo dar a luz (de momento, ya me gustaría) pero he sufrido una peritonitis y una amiga que ha pasado por los dos trances (le dolió más esta última que los nacimientos de sus dos hijos), me niego a volver a ver las cosas en blanco y negro o, peor, de mirar a otro lado.