Opinión
Por
  • MIGUEL SÁNCHEZ

Olímpico

La asamblea del Comité Olímpico Internacional en el año 2016 aprobó por unanimidad la inclusión de cinco nuevas deportes para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, entre ellos el karate.

Pues bien, dicho Comité Organizador ha salido el jueves pasado a la palestra, para lanzar a los cuatro vientos y de manera sorpresiva la propuesta de su exclusión cara a los próximos Juegos de París 2024, en beneficio del breakdance.

Resulta difícil de comprender su fulgurante eliminación con tan enorme popularidad que ha alcanzado en el país galo, donde precisamente se disputa la prueba más prestigiosa del mundo -solo por detrás del campeonato del orbe- como es el Abierto de París y, además, pretender incluir en su lugar una ¿disciplina deportiva sin ninguna presencia en una cita bajo los cinco aros.

Y es que -de prosperar esta inopinada proposición- supondrá indefectiblemente una enorme decepción para los millones de seguidores de un deporte como el karate, que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que aún no ha tenido la oportunidad de demostrar todo su valor como olímpico.