Adiós, Grisa
Te has ido en silencio después de once años de amable compañía, con un comportamiento ejemplar durante todo este tiempo, que comenzó el día que fuimos a buscarte a Barcelona y ha durado hasta este 21 de abril en que quien era responsable de tu cuidado y seguramente quien más te quería, al ver la imposibilidad contrastada veterinariamente y empezar los primeros dolores, con una decisión dificilísima pero valiente, decidió que en el lugar adecuado te inyectase la medicación que te haría dejarnos, pero era el doloroso y único precio de evitarte dolores.
Gracias por todo el cariño y compañía que nos has dado durante estos años, siempre te tendremos presente y el dolor e incluso lágrimas que hoy nos invaden espero que donde te encuentres lleguen hasta ti y sepas lo que te queríamos, lo solos que nos has dejado y cómo siempre de alguna forma estarás presente en nuestros corazones, agradecidos porque siempre fuiste cariñosa, amable, de trato dulce y humilde, que no pedía nada a cambio.
Si existe un cielo para los animales, estoy seguro de que nuestra gatita Grisa tendrá allí un hermoso espacio.