Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

Seguimos con la quincena política

Seguimos con el bombardeo político que ocupa casi en exclusividad todos los medios de comunicación.

Si sumamos precampaña y campaña, suman treinta días de ofertas muy difíciles de cumplir, de criticas diarias que rozan el insulto, de ofrecer dinero de los españoles a cambio de un posible puñado de votos que en muchas ocasiones crean más rechazo que convencimiento.

Para los cristianos nos toca vivir la Semana de Pasión, recordando los últimos días de vida en la tierra de Nuestro Señor Jesucristo y las dos semanas ideológicas hasta llegar al 28 de abril.

Recordando el día después de otros comicios, todos saldremos ganando, unos por ganar por la mínima y otros por no perder de goleada.

Pero llegará mayo con la resaca y el cansancio normal de la campaña ya finiquitada y como decimos con frecuencia, con el pescado ya vendido.

Todos los pronósticos habrán sido alterados por la realidad y entraremos en el doloroso camino de los pactos, unos pactos en los que ya no interviene el votante, solamente entrará en juego el interés único de los que pactan para asegurar como mucho los próximos cuatro años.

Pero con la extra en el bolsillo afrontaremos un verano caliente, los independentistas seguirán con la matraca, pero con más ruido, la deuda seguirá creciendo, las pensiones serán un problema para cuadrar ingresos y gastos, y las regulaciones contempladas en el pacto del agua seguirán sin hacerse.

A la vuelta de la esquina llegarán nuevos comicios, Autonómicos, Locales y Europeos, y volveremos a ofrecer lo que no tenemos, con el solo fin de recuperar el poder, unos porque lo teníamos y otros porque lo perdimos.

Y lo más positivo, "con un verano caliente, ahorraremos calefacción, que no es poco en los tiempos que corren".

Antonio Lasheras