Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Los múltiples efectos del cambio climático

La ponencia de Cambio Climático y Agua ha formulado unas conclusiones descarnadas: los efectos ya se están percibiendo no sólo en el ámbito medioambiental, sino también en el social, en el económico y en el de la salud. El aumento de la temperatura media en las últimas décadas, la desaparición de los glaciares y la reducción de los días esquiables trascienden, en sus consecuencias, el ámbito del confort, del disfrute de la naturaleza y de las actividades de ocio o profesionales. Sus afecciones se trasladan a la práctica totalidad de la acción humana, a sectores como la agricultura, el turismo, el urbanismo y la economía en general, al bienestar y a los hábitos saludables. Y, por supuesto, a la disponibilidad de recursos hídricos en los ríos de la cuenca del Ebro.

Hasta ahí, en términos generales, el diagnóstico desde el estudio de la situación. Y, a partir de éste, con el máximo rigor y determinación, se impone "una nueva forma de gobierno". En realidad, un trabajo como el de la ponencia es una bendición para las instituciones y para los partidos políticos que las conforman, porque les muestra el panorama integral en el que se va a desenvolver el paisaje y el paisanaje en las décadas venideras, en las que la voluntad y el acierto en la estrategia climática serán decisivos para entregar a las generaciones que llegan detrás una región y un mundo en un estado óptimo para que puedan trabajar por la sostenibilidad del planeta con herramientas adecuadas y no averiadas. Negar la evidencia es tan irresponsable como apelar exclusivamente a planteamientos dogmáticos que no conducen sino a la frustración. Aunque el ser humano es dado -legítima y deseablemente- a las emociones, es tiempo de raciocinio, de rigor, de seriedad y de firmeza, porque hay que retorcer el rumbo previsible hacia un futuro mejor.