Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJI

El bien y el mal

Siempre paralelos, siempre surgen personas, desde el modo de ver de este mundo, malas malísimas, buenas buenísimas. Hay quien lucha desmesuradamente por hacer el bien toda la vida, y hay quien lucha endiabladamente, por hacer el mal. Haciendo el bien, aunque a veces y tantas veces, se sufra porque parece que todo se desmorona, a la larga y a corta, siempre se es más feliz. Haciendo el mal, es imposible ser feliz, y por eso se sigue haciendo el mal, porque cuando no se es feliz, quieres quitarle toda la felicidad, al que de alguna manera, es lo que se podría llamar bueno, una buena persona, que sabe que ha nacido para eso, y ya no le importa nada más. Lo único que le importa es eso, hacer el bien. Por eso, el que inventó los refranes fue de un ingenio... Los proverbios chinos son de una sabiduría que no se pueden comparar con nada. Cuando se refieren al bien, son siempre positivos, si se refieren al mal, ya es otro cantar.

Pero el bien tiene que ser real. Cuánto bien nos haría leer, buenos libris, no leer por leer. Ya solo un libro, que hable de refranes, proverbios o dichos, es toda una riqueza, pero ya se ve, que son pocos los que los miran. Pues puede parecer una metáfora, pero el bien te lleva al bien, y el mal te lleva al mal. Igual que la limpieza lleva a la limpieza, y la suciedad lleva a acostumbrarte a ello. No siempre, pero si suele ir, bien y limpieza, mal y suciedad.