Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

¿Cómo erradicar las acciones que destruyen nuestras vidas?

Los agricultores sabemos bien lo que son las plagas, la contaminación de los vegetales por enfermedades criptogámicas y la invasión de malas hierbas en nuestros cultivos.

En ocasiones la lucha ante estas anomalías es infatigable hasta dejar al agricultor al borde del abandono, ya que los distintas normativas de fiel cumplimiento, no permiten el exterminio que limpien el horizonte de tanta podredumbre.

Pero lo de la agricultura es el preámbulo de lo importante, que es la vida del ser humano. Que según nos dice la Biblia, el hombre es el ser predilecto de Dios, y por supuesto de la Creación.

Llevo dos años observando lo que ocurre en las calles de Huesca, a pleno sol del día, con la compraventa de droga, el cambio de bolsitas y de billetes es notorio para que los políticos y las fuerzas de seguridad del Estado den un paso al frente, para legislar y actuar, vida, libertad y justicia.

Con esta basura no solo estamos destrozando vidas. Estamos destrozando familias enteras, que no han sabido educar a sus hijos en libertad o que en ocasiones no han podido por las influencias sociales que tanto daño hacen en este mundo insostenible.

En estos últimos años estoy trabajando con un padre de familia que de sus tres hijos, el varón murió con veintitrés años de sobredosis.

La verdad es que son historias para no dormir, porque la muerte física de un hijo arrastra a la muerte emocional de familias enteras.

Es urgente desarticular organizaciones delictivas, mas grandes o mas pequeñas ya que cinco pequeñas hacen una grande, y cinco grandes hacen una muy grande.

El "modus operandi", siempre es el mismo, dos halcones que vigilan, que controlan, que se mueven de un lado a otro, a los pocos minutos llega un pichón desnutrido, tembloroso y con prisa. Bolsita ? Billete y ha por otra presa.

Por favor; políticos, fuerzas armadas de Seguridad del Estado, hagan algo en serio para limpiar el horizonte de malas hierbas y de plagas que nos están matando a todos, unos por la vía directa y otros por la vía colateral.