Señal de alerta
Al estar relacionadas la mayor parte de las enfermedades existentes en nuestra sociedad con nuestra alimentación cotidiana, las personas cada vez sienten una preocupación mayor por lo que comen.
Así, es fácil observar en mercados, tiendas y grandes superficies, el interés del público de la procedencia y, sobre todo, de la composición de los ingredientes de los productos comestibles, que van a incluir en su dieta para alcanzar un óptimo estado de salud.
Ahora bien, pese a que los expertos en nutrición nos recomiendan especialmente frutas y alimentos de origen vegetal, algunas variedades de estos últimos como las setas con sus innegables propiedades nutricionales -aportan fibra, antioxidantes y previenen el colesterol y el cáncer- no son aptas para la ingesta al ser venenosas o poseer efectos psicoactivos.
Y es que, al objeto de evitar riesgos, hay que emitir una señal de alerta contra las creencias populares sin base científica a la hora de diferenciar las setas tóxicas de las que no lo son, porque como reza el dicho irónicamente" todas pueden comerse, aunque con algunas solo se hace una vez".