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  • Diario del Altoaragón

La deslocalización de las decisiones

Son llamados los ciudadanos a ejercer su derecho de electores para los distintos ámbitos de la administración, en el caso del 26 de mayo pasado para los ayuntamientos, que es lo que hoy nos hace al caso. Los votantes determinan la composición de las corporaciones y esperan, con el mapa diseñado, la distribución de las tareas de gobierno y de oposición. No sería justo idealizar el comportamiento de los partidos tradicionales en estas lides, porque siempre ha habido una querencia al reparto de plazas con el objetivo de pescar las piezas más preciadas en cada caso. Pero faltaríamos a la verdad si consideráramos que los exponentes de la denominada "nueva política" han mejorado la asignatura de la descentralización y del respeto a la autonomía municipal.

Habida cuenta que no ha habido determinación en nuestro país cuando las dos grandes fuerzas han ocupado un poder casi omnímodo para cuestionarse siquiera un cambio en la normativa electoral, en tiempos de fragmentación como los actuales el puzle extrema su diversificación de tal guisa que se pone a prueba la capacidad de las formaciones de dejar en manos de las ciudades y los pueblos respectivos la voluntad para establecer los sillones que han de ocupar cada una de las partes del pleno. Y los partidos que se han incorporado al tablero en los últimos años han prodigado exhibiciones de que, efectivamente, la tentación centrípeta vence a la centrífuga, con lo que la disposición definitiva se deslocaliza en una cierta falta de respeto hacia la dignidad de quienes han sido votados, a la sazón responsables de responder ante sus apoyos. Es imprescindible, como dijo Ramón y Cajal, despertar el bosque de las neuronas cerebrales adormecidas y variar determinados vicios que en nada coadyuvan al elevado sentido de la política.

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