Opinión
Por
  • ANTONIO NADAL PERÍA

La honradez

En un estudio internacional sobre la honestidad, España se sitúa en una posición media alta, un 59% de las personas devuelven la cartera perdida cuando hay una buena cantidad de dinero, un 50% cuando hay poco. Una de las razones que se apuntan para explicar por qué se devuelven más carteras cuanto más dinero contienen es por miedo a una denuncia, lo que no es honestidad sino temor a las consecuencias de quedarse con algo que no es de su propiedad. De vez en cuando, para confirmar esta supuesta honestidad general, se informa de la devolución de una importante cantidad perdida de dinero. La última noticia al respecto ha sido el caso del dueño de un bar de Bilbao que devolvió a una anciana de 90 años, clienta asidua, la cantidad de 40.000 euros divididos en varios sobres que había dejado abandonados en un carrito de la compra al tener que ser trasladada a un hospital por sufrir en el local una indisposición. Cualquiera sabe la razón por la que la señora llevaba tanto dinero encima, pero alguna explicación habrá. La cosa es que tenía bien cubierto el riñón. El dueño del bar eligió la honradez, no quiso quedarse con el dinero por una cuestión de avaricia. De ese modo ha recibido además el halago de la sociedad. Tiró por el camino recto aunque fuese fuerte la tentación de quedarse con esa cantidad. En este estudio sobre la honestidad, se indica que en Barcelona son más honestos que en Madrid, en la primera ciudad se devuelve el 59% de las carteras perdidas mientras que en la segunda sólo se devuelve el 37%. El estudio se realizó en 40 países simulando la pérdida de 17.000 carteras. Los países en donde más carteras perdidas se devuelven son Suiza y Noruega, los países en donde menos Marruecos y China. Es fácil deducir que en donde menos necesidades hay la gente es más honrada que en donde más necesidades existen. El dueño del bar de Bilbao que devolvió el dinero a su anciana clienta declaró que en ningún momento pensó en quedarse el dinero. Dudo mucho que no se plantease el dilema, que no pensara un buen rato en los pros y los contras de quedarse con el dinero, dado que, según él, debe dinero a la Seguridad Social y a Hacienda. Por otra parte, una de las complicaciones a la hora de quedarse con una fuerte cantidad de dinero de otro consiste en cómo se justifica y la manera de gastarlo sin despertar sospechas.