Opinión
Por
  • MAR RAMOS NAVARRO

Embrollo

La palabra embrollo es definida por la RAE como un enredo, confusión, maraña, situación embarazosa o conflictiva, de la cual -por regla general- no se sabe fácilmente cómo salir.

Lo cierto es que, la aplicación de este término al conjunto de los actuales partidos políticos de nuestro país viene como auténtico anillo al dedo, al estar repletos de líneas rojas, vetos, chantajes y juramentos por lo más sagrado -tal como se ha permitido comentar astutamente un avispado periodista- de que "antes morir, que pactar con este o con aquel".

Así, tanto la fragmentación parlamentaria como la incapacidad de las fuerzas políticas para llegar a un acuerdo, han logrado crear un hartazgo entre la ciudadanía con el sistema para elegir el presidente del Gobierno, porque alimentan el bloqueo político que se arrastra ya desde hace tres años.

Y es que la llegada últimamente de líderes de otro cuño, por una parte, ha hecho romper el corsé del sistema bipartidista anterior y, por otra, ha hecho surgir -como por arte de magia- un nuevo yacimiento de problemas.