Opinión
Por
  • JOSÉ MURILLO

¿Una educación deficiente engendra violencia?

Son ya más de mil las mujeres muertas por violencia de género. Cada vez que se repite esta tragedia, se convoca un minuto de silencio en señal de duelo. Esa reacción es lógica, pero insuficiente. Además de expresar solidaridad con las víctimas, ¿no sería también conveniente intentar averiguar sus causas Hoy, desde el parvulario hasta la universidad, ¿en qué valores se educa a los niños/as, adolescentes y jóvenes Porque ni es oro todo lo que reluce, ni es Educación todo lo que se enseña bajo esa etiqueta. Por ejemplo, en "Educación sexual" se advierten cosas extrañas: No se educa en valores como la responsabilidad, el respeto a la dignidad de la persona, la generosidad, etcétera, sino que sus contenidos sólo describen, en clave hedonista, aspectos mecánicos del funcionamiento genital, donde lo más aproximado a educación son recomendaciones higiénicas para evitar enfermedades de transmisión sexual, y de paso considerar el embarazo como si también fuese una enfermedad, en lugar de valorarlo como la fase inicial del desarrollo de una vida humana. Tampoco enseñan a valorar que la persona no es un objeto de usar tirar; ni se enseña que una relación sexual conlleva asumir la responsabilidad de las consecuencias que originan, entre otras, salvo que se tenga el alma estragada, afloran sentimientos afectivos que precisan delicadas atenciones, y si estas se descuidan es probable que causen frustración, depresiones, etcétera. Estos y otros aspectos trascendentes, no son tenidos en cuenta en esa educación de hoy. Mientras, suma y sigue el número de víctimas, que no cesa a pesar de los repetidos minutos de silencio.