Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Desdén, desconfianza y circunspección

Salían circunspectos este jueves los casi 350 diputados que habían participado en la sesión de investidura fallida de Pedro Sánchez. Independientemente de la responsabilidad de cada grupo y de cada señoría, eran conscientes de la severidad de la situación a la que se somete este país después de que sus ciudadanos votaran la distribución del parlamento el pasado 28 de abril. Desde entonces, no ha resultado posible la conformación de un gobierno, en buena medida por el desdén que los partidos con posibilidad de sumar con la aritmética parlamentaria han demostrado en esa actitud tan española que es dejar todo para el último momento. No es de recibo que haya habido que esperar hasta las últimas jornadas y hasta las horas previas al instante fatídico para explorar las posibilidades de acuerdo entre Partido Socialista y Unidas Podemos, con el preludio indiscutiblemente inquietante de la intermediación de Gabriel Rufián y Alberto Garzón, en palmaria exhibición de la complejidad de un diálogo en el que el entendimiento ha sido imposible porque había mucho más de desconfianza que de reconocimiento del objetivo que ha de primar este tipo de procesos.

Con este precedente, la presidenta del Congreso ha devuelto, como es preceptivo, la pelota al alero del tejado del rey, que habrá de sondear nuevamente las opciones –no existen demasiadas composiciones que no pasen por la presidencia de Sánchez con una u otra dirección- para intentar eludir el peligroso camino de unos nuevos comicios en los que es presumible que los ciudadanos, en medio de una desafección más que posible, habrán de hacer un esfuerzo supremo por ejercer su derecho en las urnas por la falta de sentido de Estado en buena parte de la representación actual.

Diario del AltoAragón