Opinión
Por
  • MARIANO RAMÓN

Partido Aragonés

El Partido Aragonés Regionalista, PAR, fue fundado por un hombre cuya capacidad política y creativa y su honestidad estaban ya sobradamente contrastadas. Supo rodearse de colaboradores que también y a imagen suya se comprometieron a "hacer Aragón" desde un proyecto progresista. Es oportuno recordar los orígenes del PAR a fin de que sus detractores y en especial aquellos que ahora se rasgan las vestiduras por su inclusión en un gobierno autonómico desacorde con sus postulados. Un gobierno en donde el PAR, dicho sea, aspira a desarrollar su ideario y contribuir al progreso razonable y posible (no utópico) en orden a mejorar el bienestar general y especialmente el de los menos favorecidos. Pocos somos ya quienes conocimos y soportamos la dicotomía entre amos y criados, entre pobres y ricos y entre señoritos y proletarios. Pocos hemos sido pues testigos del nacimiento de una nueva clase social. Una clase media equidistante de los dos polos de antaño. Una clase social que merece la atención de los políticos para hacerla partícipe del progreso sin desequilibrar el "status" social, lo cual necesita de políticos que no vuelvan la vista atrás. En tal empeño están los integrantes del comité político del PAR. No se han equivocado sino más bien lo contrario cuando han trazado el camino a seguir y la compañía para hacer de Aragón un territorio donde cada día transcurrido sea más grato residir. La tarea exige ilusión que no les falta y esfuerzo que lo sabrán afrontar, pues todos ellos están imbuidos del espíritu que animó la fundación del PAR, un partido regional al servicio de los intereses de Aragón y del bienestar de los aragoneses.