Opinión
Por
  • MIGUEL SÁNCHEZ TRASOBARES

Inquietud

Tardaba mucho. Tras 17 meses de su controvertida y polémica unión, el más que extraño Gobierno italiano amarillo y verde, parece haber llegado ahora de forma definitiva al final de su forzada convivencia.

La crisis del tren de alta velocidad entre Lyon y Turín así como los profundos enfrentamientos respecto a la Ley Financiera que se atisba en el horizonte más próximo, parecen haber sido los detonantes de la rotura de las relaciones entre ambos partidos.

Así pues, el ministro del interior y líder de la Liga, ha decidido este jueves último unilateralmente dinamitar la coalición que había formado con el movimiento populista 5 estrellas y, poco después, anunciaba una moción de censura.

El hecho de que en las últimas elecciones europeas logrará aglutinar a todas las fuerzas de la derecha -incluido Berlusconi-unido a su 34 %, le hizo ver enseguida que su privilegiada posición merecía reforzar su protagonismo. Y es que la hoguera de la inquietud mundial y, en particular del viejo continente europeo, se ve aumentada un pelín más -lamentablemente- al tratarse de una mala noticia. Tardaba mucho.