Opinión
Por
  • JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ

Su disposición al diálogo

La Iglesia Católica ha demostrado sobradamente su disposición al diálogo y su capacidad para el entendimiento con gobiernos de todos los colores. Lo que es importante es que ese diálogo se produzca sobre bases claras y con un trasfondo de confianza y mutua lealtad, y no con un telón de fondo de amagos y chascarrillos.

Cuando salgamos de esta etapa de interinidad, que a nadie conviene, y dispongamos de un gobierno constituido para afrontar una nueva legislatura, será el momento de que sus responsables planteen a la Iglesia el qué, el cómo y el cuándo de ese diálogo. Por cierto, la Iglesia se somete en materia de fiscalidad a las normas que rigen para entidades no lucrativas como fundaciones, ONG y otras confesiones religiosas. Naturalmente que se puede discutir y replantear el asunto, pero sin tratar de sembrar la confusión y la sospecha.