Opinión
Por
  • ROSA MACHÍ PRAT

Todos somos responsables

Hace un tiempo se me acercó una mujer para criticar la vida privada de una vecina calumniándola con falsedades; harta de escucharla y comprobar la miseria y desidia humana que tenía delante, le dije:"Todo esto que me ha contado ¿lo diría usted delante de un juez es que lo he gravado y voy a denunciarla. Se puso a suplicarme y a decirme que ella lo había oído pero no sabía quien era la persona de donde ella había sacado la información. Esta persona suele ir a la iglesia y se considera una muy buena cristiana.

La sociedad esta corrompida, y sólo encuentra consuelo a su frustrada, sórdida y vacía vida calumniando a los que envidian o a los más indefensos. Las personas que nos consideramos cristianas de verdad tenemos que dar ejemplo de solidaridad y defender a la víctima, sea esta quién sea. No vale decir, como hacen la mayoría, que medio mundo critica al otro medio; ni a mí no me incumbe, yo no quiero problemas; yo no hago daño a nadie, ya se apañarán; para eludir compromisos ante desequilibrados amigos o familiares, que tienen el degradante hábito de calumniar.

Tanto daño hace el que actúa por activa, como los que cobardemente respondemos por pasiva, mirando hacía otro lado y no defendiendo al prójimo incondicionalmente. Nadie tiene derecho de juzgar la vida privada de los demás.