La estocada a las cuentas de crédito

Las cuentas de crédito son productos financieros renovables cada año y por los que se paga según se va empleando el dinero. Supongamos que poseemos 3.000 euros y hemos dispuesto de 11.000 euros. Pagaremos intereses por los 11.000 dispuestos pero no por los 3.000 que tenemos. Podemos decir que es la liquidez del negocio para hacer frente a gastos e ingresos. Hasta ahora se trataba de un préstamo personal y se volvía a renovar cada año.

Pero las circunstancias financieras de nuestro país se han puesto muy duras, lo que ha llevado a la negación de su continuidad en muchos casos. Ha sido un hachazo, ya que se ha llevado al carajo a multitud de empresas grandes y pequeñas que, aunque les salieran las cuentas, carecían de garantías.

Esto es deprimente, ya que los bancos deben aventurarse a dar liquidez, de lo contrario se producen cierres patronales y más despidos. El Gobierno quiere obligar a las entes de crédito a que renueven las pólizas y no embarguen. Concluye todo este proceso en un concurso de acreedores al vencer una deuda a la que no se puede hacer frente. Esto es todo un trauma para el empresario, que lo dejan en la calle y endeudados. Mientras siga existiendo esta situación, solo veremos cerrar negocios y más desempleo, lo que llevará consigo una crisis perpetua sin solución alguna.