2020, España es un gran país

Pocos umbrales entre años habrán resultado tan inciertos y tan trascendentales como este que transita del 2019 al 2020. Después de que el pueblo español haya sufrido una inmerecida demora en la conformación del gobierno (nunca es responsabilidad del votante, como se quiere hacer creer, porque no existe el cuerpo electoral unívoco), todo parece determinado hacia un ejecutivo inédito integrado por PSOE y Podemos aunque soportado por los apoyos externos de los menos deseables de entre los socios en un Estado, aquellos que precisamente desean hacerlo desaparecer.

Y, sin embargo, habida cuenta que las aparentes amenazas se pueden elevar a través de las oportunidades hasta las fortalezas, habrá que estar atentos para apreciar las mejoras posibles de la nueva situación y para denunciar aquellas que engendren cualquier inestabilidad. 2020 ha de partir de la convicción inapelable de que España es un gran país y que, como explicó Von Bismarck, tiene tanta dimensión en su esencia que la autoestima puede acabar alzándolo a la posición de potencia mundial que otorgan sus condiciones y, sobre todo, sus personas.

Y, de paso, España tendrá que disociar y tratar en consecuencia entre quienes son desleales y quienes, desde la contribución histórica que erigió esta gran nación, perpetúan su vocación de seguir construyendo este país diverso y magnífico al que unen no sólo los símbolos, sino también las voluntades cinceladas durante muchos siglos. Aragón, como las "castillas", Andalucía o Extremadura, entre otras, tiene derecho a que su voz se oiga y su identidad se respete. Y, sobre todo, ha de mantener la exigencia de que cada uno de sus ciudadanos tenga las mismas oportunidades, ni más ni menos, que el resto de las comunidades. No por alzar más la voz se tiene más autoridad.

Diario del AltoAragón