Opinión
Por
  • ALEJANDRO PÉREZ BENEDICTO

El buen humor, virtud cristiana, ejemplo de Cristo

Decía San Josemaría Escrivá que él, cuando fundó el Opus Dei solo tenía 26 años, gracia de Dios y buen humor. La juventud, es obvio, se le pasó, pero la gracia de Dios y el buen humor, no. Aquellos que convivieron con él, cuentan que nunca estuvo triste, al contrario, siempre de buen humor, y eso que San Josemaría padeció mucho en esta vida: enfermedades, muerte de seres queridos, las tribulaciones que, algo tan enorme como el Opus Dei, le causaban. Pero nunca perdió ese rasgo de buen humor. Recuerdo una anécdota que lo determina bien: resulta que necesitaban ampliar la sede de la Obra, y tenían que comprar un edificio adyacente. El propietario estaba de acuerdo en la venta pero, en aquellos años no se fiaba de la lira italiana, y quería que el pago se le hiciera en francos suizos. San Josemaría le dijo a D. Alvaro: "Nos da igual en que moneda lo quiera, no tenemos ninguna". Sin embargo, se le pagó, y en francos suizos. Ahora, con la reciente beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, al recordar su vida hay un rasgo que es común, y que destacan las personas que convivieron con ella: su inmensa alegría. Es más, alguien dice: Sus carcajadas se oían por todas partes. No solo tenía buen humor, sino que se reía cada dos por tres, y eso que la enfermedad y la cirugía no la abandonaron hasta su muerte. Y después he leído que es muy común en los santos, vamos, que los santos y santas lejos de ser personas serias y de rostro adusto, tienen siempre la sonrisa en la boca.

Y es que en su seguimiento de Cristo, en su imitación de Cristo, ambos, también le imitan en el buen humor. Y es que Jesús, Cristo, tiene buen humor. ¿Qué no?Veamos varios ejemplos que nos da el Evangelio: En primer lugar, los niños jugaban con Él. Yo tengo un cuñado, con un buen humor a prueba de bombas, y siempre ha sido el capitán de los niños allá donde esté. ¿Conocen alguna persona que no tenga buen humor, y que los niños jueguen con él? No lo hay. A los niños no se les engaña, o están contigo o no te hacen ni caso. Y el Evangelio, nos dice que los niños jugaban con Él, hasta el punto que los discípulos se los quieren quitar de encima (los discípulos no tenían buen humor) y Jesús les dice: "¡Dejad que los niños se acerquen a mi!".

En Mc 6 45-52 se dice que Jesús camina sobre las aguas, mientras los discípulos están en la barca, y "hace como que pasa de largo". Los discípulos, que eran pescadores, están asustados, y Jesús, caminando sobre las aguas "hace como que pasa de largo". Los discípulos se ponen a gritar y estaban espantados. Hasta que Jesús vuelve y les dice: "Soy yo, no temáis". La broma la podemos calificar de un poco pesada, pero no digamos que no tiene su gracia. ¡Lo que se reiría Jesús después, de la "valentía" de sus discípulos! También pensaría: ¡¿Y estos tienen que conquistar el mundo?! En el camino de Emaús, los dos discípulos se encuentran con Jesús pero no le reconocen, seguramente porque Jesús disimuló un poco. Otra broma. Se les podía haber aparecido como a María Magdalena y a otra cosa, pero no. Primero les toma el pelo, hasta el punto que cuando les pregunta que hablaban, le responden: "¿Eres tú , el único que no sabe las cosas que han sucedido en Jerusalén ". Y Jesús, con una retranca, que espanta les dice: "¿Qué cosas?". Anda que no sabía Él, lo que le había sucedido a Él.

¿Y no se reiría por dentro cuando ve a Zaqueo, subido a un árbol, para verle?¿Y no se partiría de risa cuando va la madre de Santiago y Juan, y le dice que ponga a sus hijos, uno a su derecha y otro a su izquierda?(El Evangelio no dice quién a qué lado, no pensemos mal) Y ¿no vemos fina ironía cuando aquel le pide, que le diga a su hermano que comparta la herencia con él, y le contesta: "Amigo, ¿quién me ha hecho juez entre vosotros?" Y ¿no vemos ironía también cuando Nicodemo le dice espantado que si tiene que volver al vientre de su madre, para entrar en el reino de los cielos, y Jesús le responde: "Tú eres maestro de Israel y ¿no sabes de estas cosas " Lo que sucede es que el buen humor es una señal de la confianza en Dios. "Si Dios está conmigo, ¿quién contra mi " Dios es como el primo de Zumosol, pero a lo inmenso. Así es que contentos y felices en sus manos. Siempre de buen humor.

ALEJANDRO PÉREZ BENEDICTO

Foro Independiente de Opinión El buen humor, virtud cristiana, ejemplo de Cristo