Opinión
Por
  • ANTONIO VALDÉS PALACIO

Un país que primaba las rentas de trabajo

Desde que se superó la posguerra hasta la crisis del ladrillo, España fue un país en el cual el que trabajaba le lucía el pelo. Pero con la burbuja inmobiliaria, los que arriman el hombro se están quedando calvos de tanto discurrir para llegar a fin de mes. Me da igual que sean obreros o autónomos, los gobiernos que hacen política para el gran capital apoyan al mismo y además desmoralizan al que con el sudor de su frente ve cómo se ha creado una bolsa de subvencionados en la cual son demasiados los que sin pegar chapa tienen mejor calidad de vida que ellos. No pensemos que comen de la sopa boba sino que no les falta de lo mejor en sus neveras y se permiten lujos que los currantes vocaciones no pueden acceder a ellos porque su economía no da para más. Me reitero en la palabra vocacional porque hay que quitarse el sombrero ante ellos ya que son el pilar que sujeta a todas las grandes fortunas que están surgiendo y a estos vividores de la pradera que no madrugan ni tardean, no pasan frío ni calor y no les falta de nada. Así poco lejos se puede llegar.

Esto no se había dado en los últimos 50 años en nuestra patria. La gente que trabajaba y lo hace desde hace muchos años está más quemada que la moto de un hippie y con motivos. El dinero que tendrían que ganar ellos para vivir con dignidad y para tener algún capricho va a manos del gran capital y de los que viven amamantándose de las ubres del estado sin pegar estaca.

Mientras no cambie esto, mucha gente trabajadora y emprendedora no podrán ni casarse y mucho menos tener hijos aún trabajando los dos cónyuges y los millonetis tendrán mujer, hijos y querida y los vividores de la pradera también tendrán hijos porque les apoya con ayudas sociales el estado para mantenerlos.

Estos dos estamentos sociales son las garrapatas por las cuales no podemos tener dignidad ni calidad de vida los que trabajamos día a día y llevamos muchos años cotizados aportando al país.

Señores políticos, toda nación que ha primado las rentas de trabajo ha salido adelantes. Sino mírense Alemania. Dos guerras mundiales perdidas, reestructurar la ruina de la Alemania comunista y son los reyes del mambo de Europa.

No hay ninguna democracia consolidada que permita que habiendo ofertas de trabajo aun pagando bien no encuentren gente para cubrir esas plazas. Esto hay que darle un giro de 180 grados sino queremos acabar con lo que queda del estado de bienestar social. Legislen para primar el trabajo y unos sueldos con los que se pueda vivir.

Los españoles están abrasados con esta situación y al final no queda otra opción que hacer una huelga general, es decir en este caso parar para que otros arranquen y no producir para que no se genere una riqueza que va a manos de los asquerosamente ricos.

ANTONIO VALDÉS PALACIO

Angüés