Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJÍ

Los dos papas

Parece ser que por fin ha salido a la luz y justo en Navidad una película producida por Netflix, representando al Papa Francisco y a Benedicto XVI. Es una película en la que se manipula todo, hace tiempo que quisieron ponerla en El Vaticano, pero la Santa Sede no se lo permitió. La película es muy injusta, deja bien al papa Francisco y mal a Benedicto XVI. Una antipatía frontal hacia Benedicto, como que no tiene capacidad para relacionarse con el mundo, no tiene capacidad para la música. Herejía de nuestros días, la verdad de la caridad. Benedicto XVI, una persona con una cultura imponente como no habrá otra, un gran melómano para todo tipo de música y sobre todo la clásica. Toca el piano "que te mueres". No había lo que no tiene que decir, distinto a los que escriben con odio contra él. Dicen que el Papa Francisco viene de haber pisado el mundo. ¿Y los demás papas nacieron y vivieron por los aires Todo esto que están haciendo de dejar a un papa bien y al otro mal, no hace ningún bien a nadie. A cualquier papa, sea quien sea, y todos son santos, los elige el Espíritu Santo. Es un mal favor lo que le hacen al papa Francisco porque es hacerle como el que acoge todas las desgracias y desgraciados del mundo. En el mundo igual que en los papas, no hay uno igual. Si pensáramos eso, daríamos a entender todavía más que somos unos cortos. Es una película perfecta para conocer la manipulación dominante de este mundo. Solo vemos los esquemas de aquí abajo, vivimos en la obscuridad. Un santo justamente está totalmente tranquilo, cuando se le trata de una manera calumniosa, como se hace en la película con Benedicto XVI. Él estará pidiendo por todos los que le difaman, y estará contento porque puede hacerse más a la imagen de su Señor Jesucristo, al que difamaron injustamente y clavaron en la cruz. Y tenemos que saber que en esta vida la cruz puede ser para cada uno eso que le hace sufrir, o lo que otros hacen para que sufra. Es que son distintos pensamientos, unos viven en esta vida dando gloria a Dios, y otros viven dando gloria a los coches o a las grandes mansiones. Todo tonterías, pues la felicidad está en la alegría que vive la persona que está tranquila con su conciencia y confía en Dios. No hagamos películas con odio, por favor, esas ya se habían pasado de moda.