Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Apenas una dilación sin más recorrido

La admisión a trámite del requerimiento de inhibición presentado por la consejera de Cultura de la Generalitat de Cataluña apenas debe tener más recorrido que el cortoplacista y corto de miras de quienes pretenden una táctica dilatoria para prolongar el retorno de las 111 obras de arte sacro depositadas en el Museo de Lérida. Es, lógicamente, también un arrebato último con el que sostener el valor del propio edificio museístico, que quedará en el momento en el que se haga Justicia con un patrimonio artístico notablemente reducido, sin que ello empezca la voluntad firme de nuestra comunidad de recuperar las piezas que nunca debieron salir de sus templos originarios y que han servido para deleite y conocimiento de la vecina comunidad durante muchas décadas. En todo caso, habría que preguntarse por qué, en mitad del litigio, las autoridades decidieron alumbrar a toda prisa un complejo tan imponente -justo es reconocerlo- a sabiendas de que el contenido podría quedar mermado después de las sucesivas sentencias que la pertinacia de sus dirigentes han encadenado.

Que desde la Generalitat y determinadas instancias leridanas quieran retornar hacia el cauce que en principio ya dio toda la razón a Aragón, a sus diócesis y a las más de cuarenta parroquias de las que emanaron los bienes podría causar un legítimo enfado al apreciar una indisimulada deslealtad y una obcecación en la obstrucción a la acción de la Justicia. Primero, fue la que brotó de la determinación de los órganos vaticanos la que guio a Cataluña a la desesperada a encontrar el amparo del ámbito civil. Después, consumada la unidad de criterio de éste, intentan una estrategia de escaso recorrido para que las congregaciones eclesiásticas retomen las riendas. Con coherencia, el resultado será el mismo, aunque sea más tarde.