Opinión
Por
  • ENRIQUE SERBETO

Redondo Productions

Redondo Productions
Redondo Productions

BIENVENIDOS al show de Iván Redondo Productions. En menos de una semana ya hemos comprobado que el timón del Gobierno no está en manos de Pedro Sánchez, sino de su guionista jefe, el mercenario del marketing electoral, experto en manipular con fines espurios la información y los acontecimientos que están a su alcance. Ustedes pensarán que es irrelevante haber trasladado el consejo de ministros al martes en vez de los viernes, como se hacía desde hace siglos. Pero no lo es. Conozco a un presidente americano, el populista mexicano Andrés Manuel López Obrador, que hace lo mismo pero con más intensidad: todas las mañanas a las 7 en punto comparece en una rueda de prensa que sirve para hacer madrugar a desgana a unos cuantos periodistas, pero sobre todo para manejar todos los informativos del día. Poco importa lo que digan los diarios en su portada porque de lo que se va a hablar durante la mañana va a ser de lo que él haya querido decir a esos adormilados colegas. Ahora lo que Redondo quiere hacer es situar en las primeras páginas durante el mayor tiempo posible aquello que él determine que se trate en el Consejo de Ministros y el viernes está demasiado cerca del fin de semana, donde se diluyen las cosas en el sopor de la siesta. Reunirse el lunes habría sido molesto para los ministros, porque les obligaría a trabajar los domingos para preparar el Consejo, mientras que el martes deja aún un horizonte temporal lo bastante amplio para exprimir los efectos propagandísticos que pretende este vendedor de crecepelos. No busquen otra explicación a esta decisión que no se justifica desde ningún otro punto de vista. Ni siquiera la que ha señalado el Partido Popular de un supuesto obstruccionismo a la labor de control del Parlamento.

Eso significa que tendremos que acostumbrarnos a que cada martes va a estallar una bomba informativa, siempre con un objetivo claro que es fortalecer la posición electoral del PSOE preferentemente debilitando la del Partido Popular. Aunque haya sido el último consejo celebrado un viernes -y creo que apenas el segundo desde que se formó el gobierno, porque este intoxicador de la opinión pública no pierde el tiempo- ya hemos visto cómo funciona el mecanismo. Se escoge un tema que excite las meninges de los fundamentalistas patrióticos de Vox y se suelta viento en popa para poner al Partido Popular en una situación que le obligue a someterse so pena de caer en la lista del universo indeseable y antidemocrático del que hay que huir como de la peste. Esto del llamado PIN parental le importa un rábano a Redondo, de quien ignoro si tiene o no hijos en edad escolar. Ha escogido este tema porque sucede en Murcia y es un caso en el que el PP tiene que asumir un compromiso que ha pactado con Vox. Con este ruido estruendoso de las cien mil plagas sobre esta región en la que nadie sabía que se estuviese produciendo semejante desmán, el malabarista de la opinión pública espera que pasen desapercibidas todas las contradicciones que vienen en el mismo discurso y todas las malaventuras que el Gobierno está consumando en el tema catalán y que no hace falta detallar, porque suceden a la luz del día. Y tanto mejor si eso hace que Vox suba en las encuestas, porque es precisamente lo que más le conviene a Sánchez para que el PP siga siendo una fuerza electoralmente inofensiva. Que salga una ministra de Educación diciendo que los hijos no pertenecen a los padres, es decir, que están tutelados por el Estado como en los sistemas totalitarios más siniestros que hemos conocido, y que eso no suponga un escándalo suficientemente gordo como para que el tema se desmienta solo, es porque lo ha dicho con toda intención y le ha funcionado. El país entero está mirando el dedo y no es capaz de ver la luna.

El único obstáculo para este Rasputín de pacotilla sería que el Gobierno que ha formado su principal cliente es un muestrario desafinado de fenómenos a cual más exótico, sobre todo las incorporaciones más recientes importadas de Podemos y del Partido Comunista, aunque el alquimista de la información escoge tan bien los temas que ni eso le impide que funcionen sus trucos. A base de decir un día una cosa y al siguiente la contraria sin rubor ni explicación ha creado un ambiente en el que ya no hay contradicción que valga. Con una mano se jactan de "desjudicializar" la crisis en Cataluña y con la otra quieren mandar a los tribunales al Gobierno murciano. Tanto da si nombran directora del Instituto de la Mujer a una individua cuyo pensamiento (no es que lo diga, es que lo piensa) sobre el sexo y las relaciones entre hombres y mujeres llevaría directamente a la desaparición de la especie humana, todo se exhibe con un objetivo claro y evidente que es favorecer las expectativas electorales del ínclito doctor en Economía a base de enfangar todo el escenario para que no pueda haber más que sometidos o proscritos. Algunos diputados del Partido Popular que conozco todavía recuerdan la época en la que trabajó para su partido y siguen fascinados por este embaucador. Como no lo vuelvan a contratar ellos, me temo que si sigue así va a dejar este país como tierra quemada.