Opinión
Por
  • CARMEN TRASOBARES LÓPEZ

¿Bonavista?

La explosión petroquímica tarraconense del 14 pasado, saldada con tres fallecidos y varios heridos, ha vuelto a poner en tela de juicio una vez más la seguridad de la población residente en los municipios colindantes.

Cierto es que -lejos de una ignorancia supina respecto a estas instalaciones- la gente de hoy día que vive en los alrededores es plenamente consciente de los riesgos a los que está expuesta, ya que dispone de numerosas experiencias tanto de los posibles accidentes (explosiones propiamente dichas, fugas, incendios, daños materiales, etc.) como de las enfermedades supuestamente relacionadas con la polución desprendida..

Ahora bien, pese a que el vecindario está al tanto de esos riesgos, los acepta por los beneficios que les comporta, convencidos -eso si- de que la desaparición de estas fábricas les supondría graves pérdidas económicas, un cambio de vida y, posiblemente, un cambio de residencia.

Y es que personas haylas en nuestra sociedad, que, ante las dificultades reales de hallar un puesto de trabajo, asumen a pies juntillas y en ciertos casos como el de ¿Bonavista? hipotéticos riesgos.