Opinión
Por
  • MANUEL MOSTAZA BARRIOS (POLITÓLOGO Y DIRECTOR DE ASUNTOS PÚBLICOS DE ATREVIA)

Nuevo gobierno, vieja polarización

El primer gobierno de coalición en la historia de nuestra democracia genera recelos en al menos la mitad de la población española, es cierto, pero es un recelo que se reparte de manera desigual. Mientras que para los votantes de los tres partidos que se ubican desde el centro hasta la derecha el rechazo es unánime -en torno al 90% de sus votantes rechazan el gobierno y la forma en la que se ha construido-, en el otro lado del espectro el apoyo tiene matices; abrumador entre los votantes de Podemos y más comedido entre los socialistas. Se observa de hecho un patrón en la encuesta, realizada por Ipsos para HENNEO publicada ayer por DIARIO DEL ALTOARAGÓN: las medidas más polémicas del acuerdo de investidura (investidura con apoyo de EH Bildu y de ERC, rechazo al acuerdo con el PP y Ciudadanos, o la consulta a la ciudadanía catalana, por ejemplo) concitan el rechazo de en torno a un tercio de los votantes del PSOE, posiblemente los ubicados más hacia el centro y que pueden ser el eslabón más débil del ejecutivo del presidente Sánchez que ahora se pone en marcha. En este sentido, hay que tener en cuenta que en lo que se refiere por ejemplo al acuerdo de investidura con los secesionistas de Esquerra, casi la mitad de los votantes del PSOE se muestran críticos con él.

Con estos mimbres no es extraño, por lo tanto, que las consecuencias políticas de la investidura generen división entre el conjunto de los ciudadanos: para algo más de la mitad de los españoles el acuerdo de investidura producirá tres consecuencias no deseadas: "animar a los separatistas", "fomentar los extremismos políticos" y, lo más preocupante, "provocará desigualdades entre comunidades". En sentido contrario para algo más de un tercio de los ciudadanos, este acuerdo contribuirá a "resolver el problema territorial de España", afirmación que es compartida con más entusiasmo por los votantes de Unidas Podemos que por los del PSOE.

Con relación al gobierno en sí, hay un rechazo claro de los españoles al incremento del número de ministerios y a la existencia de cuatro vicepresidencias. El recuerdo de la crisis está aún muy cercano y estos elementos son percibidos por gran parte de la sociedad española como un dispendio injustificado. En sentido contrario, se apoya que haya el mismo número de ministros que de ministras: la igualdad entre hombres y mujeres es un marco de actuación potente en nuestra sociedad y este tipo de señales simbólicas encuentran un claro apoyo entre los ciudadanos.

En cualquier caso, y ante un ecosistema tan polarizado no es extraño que, como señala la encuesta, apenas un tercio de los españoles crean que el gobierno conseguirá agotar la legislatura. Entramos en un escenario incierto y la polarización no anticipa una legislatura ni larga ni sencilla. Bienvenidos al futuro.