Opinión
Por
  • ÁLEX SÁNCHEZ BOLSA

Las franquicias

Mucho se ha hablado -sobre todo, últimamente- sobre la paulatina desaparición de los comercios históricos, santo y seña del casco antiguo de muchas de nuestras ciudades.

Desde que la crisis enseño sus dientes -allá en el inicio del siglo XXI- gran cantidad de comercios emblemáticos y que nutrían las economías locales, han echado lamentablemente sus persianas, bien por cambios en las costumbres sociales, bien por falta de relevo generacional.

Porque hoy día lo que prima son las franquicias -aparte de los enormes bazares asiáticos que ocupan las mejores esquinas de la ciudad- tanto de restaurantes, como de cafeterías, cervecerías, heladerías, pizzerías, fast food y tabernas de tapas.

Cierto es que la gastronomía es una parte fundamental de la cultura que debería de ser considerada como el octavo arte, pues, además de suplir una necesidad vital del ser humano, con el paso del tiempo ha ido desarrollando a su alrededor todo un universo sensorial.

Pero ¡ojo! por mucho que nos inunden estos nuevos y exitosos establecimientos que han llegado para quedarse, los tradicionales e históricos de cuchara y tenedor seguro que sobreviven.