Opinión
Por
  • JIMENA SÁNCHEZ CALDERÓN

Escandinavo

Una de las diversas leyendas urbanas actuales es la de que el éxito del gigante escandinavo especializado en muebles, estriba en haber sido capaz de hallar ese difícil punto de equilibrio entre calidad, funcionalidad y precio razonable.

En efecto, resulta admirable que tras iniciar su fundador un pequeño negocio de venta allá en 1943 con solo 16 años, el cerebro sueco lograra crear tal imperio y estar hoy día en todo el planeta ¡ojo! además de obtener suculentos beneficios.

Sin duda que, al poner en práctica sus claves -entre otras- embalar sus productos lo más plano posible para hacerlos fáciles de transportar y facilitar las herramientas precisas con las oportunas instrucciones, ha conseguido astutamente abaratar los precios de sus artículos.

Lástima, no obstante, que sus instalaciones estén ubicadas casi fuera del mundo, que el visitante esté sometido a un atroz ataque publicitario -sobre todo, en cuanto a la oferta gastronómica- y a que la atención de su personal frecuentemente brille por su ausencia, aunque bien sabido es -ciertamente- que en nuestro mundo globalizado hay sitio para ¿todos?