Opinión
Por
  • MANUEL CARRANZA

Enero, mes de don Bosco

Era el menor de los hijos de un campesino piamontés. Nació en 1815, junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín. Tuvo una niñez muy dura en el seno de una familia humilde. Su madre, Margarita, viuda, mujer santa y laboriosa, luchó para sacar adelante a sus hijos, a los que educó ella misma.

A base de sacrificios, Don Bosco se ordenó sacerdote en Chieri, en la tarde del Corpus de 1841. Su gran memoria y su enorme capacidad de trabajo, unidas a la intuición, la simpatía y su don de gente, forjaron su personalidad. Este joven sacerdote, a diferencia de la curia de la época, recorrió las calles de Turín, entró en las cárceles y reunió a una muchachada impresionante en los días festivos.

El conocido oratorio de Don Bosco, nació para ser "parroquia de todos los muchachos que no tienen parroquia". Fue, sin duda, la solución pastoral más acertada. A ello, se unieron las escuelas y las profesionales. Pero, además de un sacerdote ejemplar, fue el fundador de los Salesianos, de las Hijas de María Auxiliadora y de los Cooperadores.

En estas instituciones surgió la figura del salesiano, "un religioso nuevo para los tiempos nuevos" (Cardenal Spínola). En la primavera de 1886, San Juan Bosco vino por primera vez a España, en una visita a Barcelona. Dos años más tarde, un 31 de enero le sobrevino la muerte. Su obra y sus milagros le llevaron a los altares en 1934.

San Juan Bosco, pedagogo y fundador, fue proclamado patrono de los que difunden buenas lecturas y Padre y Maestro de la Juventud, de la mano y espiritualidad de San Francisco de Sales, escritor, Patrono de los Periodistas, celebrado el pasado día 24.

Enero, día 31, festividades de San Juan Bosco. ¡Feliz día de Don Bosco!