Pedro y Pablo
En el recién estrenado Gobierno ya han comenzado los primeros escarceos y rifirrafes entre Pedro y Pablo, por aquello de que al segundo le ha hecho perder visibilidad el primero y ya no brillará como esperaba al ser nombrado vicepresidente segundo, y no primero, y haber nombrado una vicepresidenta más, pasando de tres a cuatro y tocándoles, por lo tanto, menos ración de la tarta de protagonismo. Aún así y todo, quién le iba a decir a Iglesias y a su mujer que el apoyo a la investidura de Sánchez les iba a poner en casa, con dos ministerios, una vicepresidencia y ella la portavoz del Gobierno. No sé cuanto les durará esta magnífica situación, pero de momento no hay quien les tosa. Lo que sí tendrá que hacer Pablito si no quiere pasarlo mal, será ser menos entrometido con el jefe Pedro para no salir trasquilado.
La gran amistad, aparente, demostrada para conseguir la investidura después de haber sido con anterioridad enemigos acérrimos, no deja de ser una amistad ficticia e interesada para conseguir ambos lo que pretendían y nada más, y que se puede hacer añicos en cualquier momento por cualquier intromisión de Pablo que le siente mal a Pedro. Así que Pablo, no te pongas en camisa de once varas porque te la pueden quitar y dejarte en paños menores, conservando la coleta pero perdiendo el poco prestigio que puedas tener. Que no se te olvide que Sánchez te utilizó como el tonto útil para conseguir la Moncloa, pero no para que ahora metas las narices en exceso donde no te llaman.
Por otra parte Podemos se ha adherido a la manifestación en Bilbao por la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA y Torra desoye a la Junta Electoral y quiere seguir de diputado. Mal pinta el panorama de este gobierno sin apenas haber empezado a caminar. ¡Ah! y cien millones más que los anteriores gobiernos nos cuesta éste, que no es moco de pavo. Esperemos que sirvan para algo más que para llenar los bolsillos de más ministros ¿Quién no va a desear los mejores aciertos a este Gobierno por bien de los españoles Pero tengo mis dudas de que esto sea así, porque los independentistas, me supongo, van a poner las cosas muy difíciles para que esto no suceda. Sus declaraciones de intenciones no dejan duda.
