Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El problema que desnuda la realidad

Si cada uno de los agentes que intervienen en el proceso en torno al mercado laboral espeta una explicación diferente y siempre preconcebida sobre la evolución del desempleo, interpondremos un obstáculo más a los intrínsecos de un sistema que engrosa las lorzas del cuerpo de las listas de empleo de forma inmisericorde en épocas de crisis y que no halla las fórmulas para un adelgazamiento proporcional en las bonanzas. Los lugares comunes que manifiestan, desde la necesidad de las mejores normativas para dar fluidez a la creación de puestos de trabajo hasta la reclamación de reformas legales pasando por la elevación del salario mínimo interprofesional, dificulta las certezas y el rigor imprescindible para enfocar un problema que queda desnudado por unas estadísticas que resultan demoledoras: más de 3,2 millones de personas sin un sueldo por su desempeño en España, que son más de 67.000 en Aragón y casi nueve mil en la provincia de Huesca. Guarismos, por cierto, en coyuntura de varios ejercicios de crecimiento sustantivo de la actividad económica con el temor, además, de que se inicie una desaceleración cuyas consecuencias no dependen de la voluntad o el buenismo, sino de factores propios o importados de lejanos lares.

Si gobierno, organizaciones empresariales y sindicatos no son capaces de confluir en una lectura serena, definida por la honradez intelectual y la coherencia, y enfocada hacia la situación y los afectados, si no saben mirar alto y profundo, España seguirá a perpetuidad siendo el gran campeón de la producción de parados de Europa, un lacerante liderato que no merecen los ciudadanos y que pone en entredicho la viabilidad del sistema de bienestar público del país. Aunque la mona se vista de seda, al final el dato despoja de todas las superficialidades y muestra las miserias.