Opinión
Por
  • ALEJANDRO CIPRÉS

Cierre panadería de Chimillas

En uno de los denominados "siete lugares", que se encuentran en la redolada de Huesca llamado Chimillas se ha producido el pasado fin de año un hecho muy singular: Se ha cerrado, por jubilación, el horno, la panadería, la tienda y el estanco. El tiempo camina inexorable y todo llega a su fin.

Nos sorprende Paquito, porque a pesar de tu edad, perfectamente reglamentaria, tus vecinos y amigos estamos tan acostumbrados a tus excelentes servicios, y somos tan egoístas, que pensamos vas a permanecer siempre en tu establecimiento.

Y nos alegra muchísimo poder comentar y recordar, tanto para tus conocidos como para tus amigos, tus andanzas por éste pueblo de Chimillas: 1.- Quiero recordar, en primer lugar, a tu familia, que durante tres generaciones: empezando por tu abuelo Francisco, luego tu padre Paco, y finalmente tú os hayáis esforzado hasta el infinito, sin límite horario alguno para dar unos servicios en Chimillas y toda su redolada. Hiciera frío o calor, lloviera, borrasqueara, o cierzo hubiera, allí estaba la familia Se bastan con una sonrisa como carta de presentación para prestar unos servicios que han respondido siempre a unas necesidades de primer orden.

2.- Cuando finalmente llegas tú, yo te quiero recordar como compañero y amigo de toda la vida: De pequeños fuimos a la escuela juntos, con nuestros maestros D. Marino y D. Esteban en Chimillas que nos enseñaron, con su peculiar forma de hacer, a ser hombres de provecho como ellos decían. Naturalmente hicimos trastadas juntos y nos divertimos juntos. Y luego nos pusimos a trabajar para formar una familia al ejemplo de lo que veíamos en casa, y en eso hemos tenido una gran suerte.

Después se fueron nuestros padres y quedaste al frente de tu casa y del negocio con tu propia familia, y qué buenos momentos recordamos de todo esto.

3.- No has recibido como herencia grandes fortunas como las de los ricos, pero ha sido algo más valioso: Nuestra amistad y consideración.

4.- En el entorno familiar, local, laboral y social, los que ahora te acompañamos, creo que te mereces un sobresaliente por tu comportamiento, tu sencillez, tu saber estar, y muy pocas veces, o casi ninguna, te hemos visto enfadado. Has sabido estar siempre en tu sitio y pudiendo guardar las distancias, y contigo hemos aprendido muchas cosas buenas y con eso nos quedamos.

Disfruta ahora, con salud, tu merecidísimo descanso.

Un abrazo muy fuerte de tu amigo, Alejandro Ciprés