Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

Dar la importancia justa a cada sector

El día 22 de Agosto de 2019, llegó a mis manos una revista o boletín informativo, con una tirada de 7.208 ejemplares.

En el citado boletín se publica una entrevista sobre el medio rural, y ante la pregunta, ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el medio rural , en uno de los supuestos se contestó. Gracias a nuestras Cooperativas Agrarias, la mayoría de los agricultores pueden comercializar su materia prima.

Al entrevistado sería bueno hacerle una puntualización. Gracias a las Cooperativas y a las Empresas Privadas, los agricultores comercializan sus materias primas. Porque las Cooperativas y la Empresa Privada siendo importantes, sin materias primas no tendríamos necesidad de comercio.

Lo más importante en esta materia en el medio rural, son sus producciones no sus estructuras comerciales.

En definitiva hay que dejar meridianamente claro que las estructuras de las Cooperativas y de la Empresa Privada, se han conseguido por el valor aportado de las materias comercializadas, más el mantenimiento de sus trabajadores.

Sería bueno y justo, que el conjunto de la sociedad, diéramos gracias a todos los que producen alimentos de calidad, ya que sin ellos no serian viables nuestras vidas.

Alimentos de calidad que en muchas ocasiones el precio recibido por ellos escasamente cubren los gastos de producción.

Ante esta realidad, Cooperativas si, Empresas Privadas sí. Pero el SI con mayúsculas ha de ser para el productor, que trabaja con frío y calor, con lluvia y sin ella y que nunca sabe cuál será el valor, el valor se lo pondrá la Cooperativa o la Empresa Privada con la que comercialice.

Ya lo dice la Sagrada Escritura, dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.

Hay corrientes que se empeñan en salvar al medio rural postergando a la agricultura y ganadería, el medio rural no son las viviendas alejadas de las ciudades. El medio rural es el territorio, sus tierras, sus ríos, sus bosques, sus pastos y sus frutos. Y principalmente sus gentes curtidas por el sol. Unos frutos que llenaran las neveras de todo el mundo a precios razonables para que todas las capas sociales se puedan alimentar.

Lo dicho, primero la producción, segundo las estructuras. Porque sin producción sobran las estructuras.