Opinión
Por
  • TEÓFILO MARCO ESTELLA

Todas a una

Uno ve muy bien que cuando una mujer muere por la violencia machista, en esa localidad las mujeres todas a una se manifiesten en contra de tales muertes y pidan soluciones a este trágico suceso para que no se repita más.

Y uno ve mal que ante los muchos abortos (esto también es violencia a un ser humano) no todas las mujeres a una se manifiesten en contra de semejante barbaridad hecha a un niño inocente.

Conozco un matrimonio joven que desean tener hijos y por ahora la mujer no se queda embarazada, aun con consultas al médico especialista. Uno comprende que haya mujeres que desean tener hijos y ser madres. Dice D. Jacinto Benavente en un escrito: "El alma de una mujer ¡qué vale! Si dentro de ella no hay un alma de madre." Y para las madres muy acertadas son estas las palabras de San Juan Pablo II: "Te doy gracias, mujer, madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida." Y así como todas a una las mujeres son solidarias con las que sufren violencia machista de la clase que sea, es de desear que también lo sean para ayudar a otras mujeres a tener en casa un hijo; y esto es posible si la mujer que va a someterse a un aborto no lo hace y entrega el niño a esa mujer que lo desea con toda el alma. Y este deseo no es de extrañar, pues, como bien dijo en una entrevista la actriz Nati Mistral, "ser madre es la gloría más grande para una mujer. Hay que respetar al ama de casa más que a nadie."