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  • Diario del Altoaragón

La apuesta olímpica

De una manera ciertamente sorprendente, en unas declaraciones del presidente del Comité Olímpico Español, y sin demasiado detalle, se nos ha anunciado una candidatura conjunta de Aragón y Cataluña para los Juegos de Invierno de 2030, en los que además se ha asegurado que está personalmente implicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La puesta en escena, desde luego, no ha sido la más oportuna ni la que ofrece la mayor credibilidad, a la espera de conocer más detalles y de explicar las razones por las que ya se han denominado Barcelona 2030 y si esto implica que el peso y la relevancia fundamental estaría en la comunidad vecina. Una candidatura olímpica es una acción extraordinariamente ilusionante, pero a la vez tremendamente seria y demanda el rigor que exige el manejo de fondos públicos de los que seguramente ni una ni otra región andan sobrados. Apelando a los precedentes históricos, las anteriores tentativas pecaron de algunos defectos y de no pocas carencias entre las que la principal en algunas de las aspiraciones fue la falta de comunicación y de sintonía con los territorios. Que el propio alcalde de Jaca se haya mostrado desconocedor y, por tanto, no concernido hasta la fecha implica que quizás la gran capital de las anteriores candidaturas es ajena o también que haya habido precipitación y hasta un punto de desconsideración.

En el caso de que se decida seguir adelante, necesitamos mucha más información y mucha más sensibilidad. Un gran proyecto de Estado requiere de la implicación de todos, de la participación, de la mensuración y de la transparencia. A partir de ahí, cuando consigamos hacerlo un objetivo de todos, a empujar para que los beneficios al territorio y a la marca turística sean conseguidos. Precisamos de pasos más firmes.

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