Opinión
Por
  • Pascual Ascaso

Aficionados de primera

José Antonio Martín, Petón, puso el colofón hace pocos días al acto de homenaje que rindió la SD Huesca a sus primeros 50 socios.

Hoy yo, y con el debido respeto a los otros cuarenta y siete, me quiero referir de manera especial por el afecto que les tengo, a tres de ellos que componen la misma unidad familiar y que no son otros que los hermanos Albert, -María Jesús con el número 2 de los cincuenta, Antonio con el número 15 y Lourdes con el 40- los tres hermanos herederos fieles de la afición que tuvo por la SD Huesca su padre, que en paz descanse.

Son muchos los días que cuando el Huesca juega en casa me los encuentro en la plaza Unidad Nacional, esperando la llegada del coche conducido por la hermana menor, María Jesús, para marchar en amor y compañía a ver a su querido equipo, disfrutar de su juego y apoyar al mismo siempre, gane o pierda, que es lo que debe hacer todo aficionado que se precie de tal. Estos lo son.

Me da que estas tres personas merecen un reconocimiento especial, por la singularidad del caso, y yo quiero hacérselo por mi cuenta al considerarlos aficionados de verdad al fútbol y de manera especial de su equipo la SD Huesca. Capto de ellos esta sensación, creo no equivocarme, cuando me hablan del fútbol y del Huesca en particular.

Si el comportamiento de todos los que asisten a estadios de fútbol fuera correcto en el sentido más amplio de la palabra, los campos de fútbol serían una balsa de aceite y un remanso de paz y armonía. Se debe ir a animar, disfrutar y apoyar, salgan mejor o peor las cosas en cada momento y nunca a distorsionar la grandeza del deporte. Eso es ser aficionado de verdad, según mi criterio.

Así que vaya mi felicitación para los hermanos Albert, por ser de manera inquebrantable, como su equipo de primera, aficionados de primera.