Opinión
Por
  • MODESTO ARJONA ORTIZ

Señor Abad...

Su llamamiento público, y por ello injusto, para que los funcionarios de la DGA en Huesca cumplan con su horario laboral, es de una torpeza verdaderamente singular. Eso se hace nominalmente, en privado, aplicando el reglamento y dentro del horario laboral.

Usted lleva toda una vida en cargos de designación política y en estos momentos desempeña uno que sería perfectamente prescindible, sin que ello restase eficacia alguna a la gestión autonómica. Un delegado provincial de la DGA, que nos cuesta mucho dinero cada mes, es un agujero negro de funciones más allá de acompañar a las autoridades, hacerse la foto y participar en el picoteo. Así pues, me temo que no es la persona más indicada para requerir esa eficiencia laboral, exigible por otra parte a todo funcionario público.

Otro día podemos hablar de lo que nos cuesta la duplicidad o triplicidad de competencias en un sistema autonómico mal encajado con la Administración Central. Pero eso es harina de otro costal. Hoy toca decir que su injusto llamamiento es una prueba evidente de la incompetencia para desempeñar ese innecesario cargo. Respetuosamente...