Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

La agricultura y su medio natural

La transformación de la agricultura, y los cambios que se han producido en el medio rural y en la forma de vida de sus gentes, es una explicación que difícilmente entienden nuestros nietos.

En 1940 los pueblos del Valle de Chistau, limítrofes a Francia, uno de los ingresos más importante lo obtenían las familias pudientes, en el comercio de las mulas y machos comprados en Francia y trasladarlos al Pirineo oscense para su recría y prepararlos para los trabajos agrícolas de la época. Muchas partidas de estos animales el destino final era Castilla la Mancha para realizar labores de los viñedos.

Mecanización, inmigración, nuevos cultivos y nuevas economías han hecho del medio rural un "hábitat" diferente al que se tenía con la tracción animal.

Cuando analizamos la historia de los últimos sesenta años, nos llevamos a la mente lo bueno y lo malo de cada época. Todos deseamos los mejores medios de nuestros días, autopistas, autovías, aeropuertos, puertos marítimos de carga y pasajeros, hospitales de máxima calidad, universidades de prestigio, producciones agrícolas y ganaderas de nivel alto, etcétera. Pero nos falta la paz, una paz que no se puede comprar ni con todos los euros del mundo. La sociedad actual, tiene dineros, tiene medios, tiene posibilidades, pero nos falta concordia y armonía. Tenemos un gran coche, pero el conductor está enfermo y en ocasiones el conductor esta herido de muerte que no volverá a conducir ese coche majestuoso que es nuestra vida de hoy.

Los telediarios de todas las cadenas de televisión nos ratifican esta realidad. Muertes intencionadas, incendios provocados, pateras y mas pateras, atentados, sanciones entre países, mercados en manos del más fuerte y gobiernos sin gobernar.

Pueblos cada vez más pequeños y ciudades cada vez más grandes, los políticos saben que Barcelona y Madrid tienen más problemas de inseguridad ciudadana que un pequeño pueblo. Pero entre las dos ciudades tienen el 33% de los votos de España. Y esto mola mucho para el futuro poder.

Como explico yo a mis nietos, que cuando San Isidro Labrador araba en las orillas del río Manzanares, Madrid tenía 1.200 habitantes.

Como explico yo a mis nietos, que en la zona de Madrid, se está gestando un proyecto de 30.000 viviendas para que se alojen 100.000 personas más. Ojalá se nos abran los ojos y la conciencia para descubrir.

¡Ciudades más grandes, pueblos más pequeños con menos servicios y menos vida!