Opinión
Por
  • VICENTE SOLER (SOCIO Nº 2.432 DE LA SD HUESCA)

A don Saúl Ais Reig, árbitro del Rayo Vallecano-Huesca

Señor, me dirijo a usted como apasionado del fútbol y seguidor y socio de la S.D. Huesca. Merece todos mis respetos como persona, pero pocos como árbitro. Su actitud en el partido contra el Rayo el pasado domingo, ni lo comprendí yo, ni ningún comentarista de las distintas cadenas de radio y TV, ni nadie que entienda un poco de fútbol.

Lo único que se me ocurre es que tuvo un mal día y por desgracia nos tocó a nosotros.

Me recuerda a aquellos partidos de antaño, en mis viejos tiempos en "regional", en que los árbitros, condicionados por ambientes hostiles, tiraban "lógicamente" para casa, evitando males mayores.

Pero... ¡oiga! Estamos en Segunda División, con partidos semejantes a la Primera, en una de las mejores competiciones del mundo. Por lo tanto, se le debe exigir profesionalidad y sobre todo mucha humildad, para rectificar, si es preciso, sobre una decisión errónea, que pueda darse en un partido.

Quiero pensar, repito, que fue un mal día y descarto que nada tenga en nuestra contra. Le aseguro que somos gente noble, que sufre y disfruta con su equipo, como cualquier afición del mundo. No pedimos favores, pero tampoco desprecios y ninguneos.

Reflexione usted, si no lo ha hecho ya, y si es persona honesta, se habrá dado cuenta del daño que ha hecho con su "particular" arbitraje. Somos una masa social y afición pequeñas, en comparación con los grandísimos equipos de fútbol nacional, pero, de igual categoría.

Le deseo lo mejor, aunque siempre lo recordaré como el causante un 23-02-2020, de uno de los días más indignantes en la historia de la S.D. Huesca.

La próxima vez, deje a un lado su arrogancia y no tenga miedo de enmendar el fallo, porque como dijo el poeta británico Alexander Pope: "Errar es humano, perdonar es divino y rectificar es de sabios".

Desde esta hermosa y acogedora tierra, que puede considerarla como la suya, reciba un cordial saludo.