Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El campo reclama soluciones

El ministro Luis Planas y el Gobierno de Aragón escucharon ayer de primera mano las reclamaciones de las organizaciones agrarias y, a su vez, enumeraron las características del decreto ley aprobado esta semana y la incorporación de medidas como el incremento de las ayudas a la renovación de la maquinaria. El titular ministerial hubo de enfrentarse a las reivindicaciones de un sector que ha salido a las calles y advierte de que no se arredrará en sus movilizaciones salvo que las administraciones, desde la europea a las autonómicas, adquieran consciencia del delicado momento que atraviesa esta actividad y ofrezcan políticas que, desde luego, tendrán que profundizar muchísimo más de lo que han hecho hasta el momento. No estiman que las normas sobre la cadena de valor sean suficientes porque la complejidad de sostener las explotaciones en el campo es hoy tal que no se conforma con cuestiones de cirugía menor, sino que ha de demandar el estudio y el rigor de quien hace el mejor diagnóstico y es capaz de encontrar las soluciones que requiere un panorama en el que se aumenta la exigencia y paralelamente camina la amenaza de la imposibilidad de adquirir las condiciones de dignidad de vida de cualquier oficio y de cualquier empresa. No hay que olvidar que, en un lado de la mesa, se situaban quienes están comprometidos con la alimentación de los aragoneses y de los españoles, abnegados en el empeño pero convencidos de que han de hacer respetar su condición de sujetos de derecho.

Además de la reforma de la PAC, Aragón y España deben reflexionar sobre una realidad que imperativamente demanda olvidar comodidades y estereotipos, porque con posturas dogmáticas e ideologías no se nutre. Y territorios como el nuestro no pueden permitirse el lujo de perder la estructura de su equilibrio.