Opinión
Por
  • JULIO GRAU

Enfermedad mental

Me llamo Julio, soy un enfermo mental y no me avergüenzo por ello. Son ya cinco años luchando con mi enfermedad. Una enfermedad que apareció en mi vida una mañana al despertarme y notar que algo no iba bien. Entonces empieza el periplo de médicos, de psiquiatras, con medicaciones con infinidad de efectos secundarios, que te limitan el día a día. Cambios de medicación, aumentos de dosis, etc. Pasas al nivel de unidades de salud mental, ingresos en centros de día, donde te pueden medicar por encima de dosis recomendadas ya que estas bajo control de enfermería. Hasta que tu mente se hunde e intentas acabar con este sufrimiento, tres intentos y otros tantos ingresos en Unidad de Agudos de Psiquiatría.

Unidades donde intentan recuperarte, unidades cerradas y con unas normas a seguir. Me voy a referir a la Unidad de Agudos de Psiquiatría del Hospital de San Jorge donde he estado dos veces en menos de un año. He tenido la grandísima suerte de encontrar extraordinarios profesionales, tanto psiquiatra, como enfermeros y enfermeras y auxiliares. Que tienen que tratar con diferentes enfermos mentales, cada cual con su propia enfermedad y personalidad. Y lo hacen con una extraordinaria profesionalidad.

Y lo hacen sin medios físicos, apenas hay espacio para los cerca de 30 pacientes que podemos llegar a coincidir. Los psiquiatras no tienen despacho propio, los comparten, los enfermeros con una sala pequeña y los auxiliares deben tomar café, en un espacio más pequeño que un baño. Y todo y así siempre atentos con los enfermos.

Desde aquí pido, a quien deba, mejorar los espacios para las largas estancias, espacio de lectura, sala para televisión, sala de charlas y sobre todo cambiar el mobiliario ya que estamos con sillas de playa. Donde la comodidad brilla por su ausencia. Imaginen estar una media de 25 a 30 días en unas condiciones que no ayudan recuperarte.

Un enfermo mental.