Quédate en casa y mantén la tranquilidad

El estado de alarma que hoy va a decretar el Gobierno, anunciado ayer después de las insuficientes medidas adelantadas el jueves, ha venido precedido por un lema que debe calar en la población y que, sin embargo, no ha conseguido mantener la calma que es imprescindible en la ciudadanía. "Quédate en casa" es una llamada a la contundencia en el cambio de hábitos y a la par a la tranquilidad para vencer a un virus cuya agresividad en el contagio no ha sido bien dimensionada en España, como anteriormente en una Italia que ha pagado muy caro en vidas humanas y paralización de su actividad la negligencia. El país trasalpino ha sido un buen escaparate que debió enseñarnos a todos que el COVID19 alumbrado en China era una amenaza importante para la salud pública de todo el mundo.

En cualquier caso, tiempo habrá de exigir y de depurar responsabilidades en torno a esta pandemia y las circunstancias e incoherencias que han envuelto su desarrollo en España. De momento, es tiempo de quedarse en casa estos quince días que las autoridades sanitarias han estimado imprescindibles para recomponer las condiciones para la normalización del bienestar de la ciudadanía. Hay que quedarse en casa porque utilizar la picaresca para engañar es tanto como engañarnos y zaherirnos a nosotros mismos. Debemos ser corresponsables con nuestros vecinos, con las comunidades aledañas, con todo el país, porque el reto es hercúleo y requiere lo mejor de todos nosotros. Y ser extremadamente rigurosos porque un estado de alarma no es sino una necesidad contrastada y rigurosa con el que combatir una amenaza que prácticamente ningún español vivo ha conocido en su existencia. En esta tensa calma vamos a medir nuestra talla ética como nación. A crecer frente a la adversidad.