Opinión
Por
  • FÉLIX CABRERO

Tratamiento casero de gripes y catarros

Para prevenir, que vale más que curar, en épocas de gripe tomar en ayunas una taza de leche bien caliente con el zumo de un limón y miel. Este suero natural ejerce de antibiótico intestinal, que junto con las vías respiratorias, son la puerta de entrada de virus y bacterias.

Es normal que nos pille un constipado. Como tal, es un resfrío, que con descanso y sudar por todos los medios y algún antitérmico, en dos días puede estar solucionado.

La gripe da síntomas fácilmente reconocibles: malestar, estornudos, fiebre, lagrimeo, escalofríos, dolor en articulaciones y riñones. Es un virus, y además mutante, y con mala leche, como se dice vulgarmente.

Maestros en fitoterapia antigua aconsejaban más o menos lo que ahora prescribe la medicina alopática, con ventaja de ésta, que dispone de una alta gama de antibióticos, antiinflamatorios y antitérmicos. Por maligna que sea con éstos sencillos remedios-consejos se puede aliviar o curar en breve espacio de tiempo.

Meterse en cama, avisar al médico, sudar; si hay sobrecarga intestinal de dos o tres días sin defecar, tomar laxantes. Las toxinas acumuladas ralentizan la respuesta de autodefensa del organismo.

El doctor Ernesto Schneider nos dice que un especialista inglés había aislado treinta y tres toxinas del peor veneno de serpiente. Todo el mundo sabe que el magnesio aumenta las defensas. Gracias al tesón de Ana María Lajusticia conocemos un poco más las virtudes de este mineral. Lo avala José María Entables Elduque, uno de nuestros biólogos españoles.

Pues bien, dicho esto, el desayuno, comida y cena o lo que se quiera, tomar el zumo de un limón con leche bien caliente y un poquito de miel. Es conveniente intercalar medio limón y media naranja con una cucharadita de carbonato de magnesio.

En el segundo día, como no se suele tener sensación de hambre, y aunque se tenga, es mejor no comer, se debe practicar un semi ayuno que puede consistir en una taza con el clásico cortado de leche y limón. A las trece horas y dieciocho horas se tomará lo mismo, y entre las horas se puede tomar fresas a voluntad, caldo de pollo o caldo vegetal.

Si el trancazo fuera muy fuerte, acudir a la farmacia o dietética habitual y pedir jalea real o algún complemento de defensas... Y a vivir que son dos días.