Opinión
Por
  • ÁNGEL DOLADO PÉREZ

Unidos saldremos

En estos días y horas, cuando todos somos conscientes de que nos encontramos en una lucha que no va a ser corta, ni fácil; quiero aprovechar para dirigirme a todos los aragoneses. Dirigirme como Justicia de Aragón, consciente del cariño y respeto que al Justiciazgo tenéis la ciudadanía; pero especialmente dirigirme como Ángel Dolado, un aragonés más. Y expresar agradecimiento, solidaridad y ánimo. Agradecimiento para aquellos que trabajan como siempre, y a la vez como nunca, para cuidarnos a todos; muy especialmente al personal sanitario, pero también a quienes son responsables de nuestra seguridad, de nuestros servicios sociales, de garantizar nuestra alimentación cada día…. gracias a tantos, gracias a todos. Al tiempo, animaros a todos; pues no os descubro nada que no hayamos asumido: que a este esfuerzo estamos convocados todos. De poco o nada sirven las acciones de nuestras administraciones si no ponemos de manera individual nuestro grano de arena en la consecución de las medidas dispuestas. La Institución que represento; garante de los derechos y libertades de los aragoneses, sigue trabajando, reorganizada eso sí y con ayuda de las nuevas tecnologías, de tal forma que nuestro personal siga las indicaciones de las autoridades sanitarias, con esa premisa esencial: quedarse en casa. La labor del Justicia, especialmente en su supervisión de las actuaciones de nuestras administraciones, pasa en estos días necesariamente a ser un estrecho colaborador de estas, obligación que tenemos todos y cada uno de nosotros. Y al tiempo, prepararnos y estudiar las nuevas necesidades y derechos de los ciudadanos que las nuevas disposiciones legales les otorgan a quienes están realmente pasándolo mal. Nuevas necesidades y nuevos retos que tendremos como sociedad, y que creo que nos deben llevar a reforzar y defender más que nunca nuestros servicios públicos. Servicios públicos que en ocasiones descuidamos o no valoramos lo suficiente. La cruda realidad nos muestra cómo una sanidad pública solvente y universal, unos servicios sociales dotados y planificados, y una educación con medios vanguardistas son nuestra mejor arma para encarar el futuro.

Quiero expresar igualmente mi solidaridad con quienes, en estos días, se encuentran además de resguardados en sus hogares, solos. Como nuestros mayores en soledad no elegida, para quienes tanto hemos buscado salidas, iniciativas y soluciones a lo largo de todo este año. Es tiempo de redoblar esfuerzos de todos, y que nadie se sienta desamparado en estos momentos. Desde un punto de vista mucho más personal, no puedo ni quiero ocultaros que la situación de estos días me ha hecho reflexionar mucho. Especialmente sobre la facilidad con la que abonamos la individualidad en nuestras vidas y lo necesario que es pensar en plural, como sociedad. En un mundo que basamos en la productividad y el consumo, esta pandemia nos ha obligado a parar. Lo mucho que nos preocupa lo material y lo abandonado que tenemos a aquello que no tiene precio: el tiempo. El tiempo dedicado para estar con los nuestros: para criar y disfrutar de nuestros hijos, escuchar y aprender de nuestros mayores, y valorar con justicia a quienes están siempre a nuestro lado. Espero y deseo que de todo esto seamos capaces de salir reforzados como sociedad, pero especialmente como personas. No tengo ninguna duda, pues nuestra historia lo ha demostrado numerosas veces, que nuestros valores sociales, humanos y familiares serán nuestros mejores aliados frente a este reto y cuantos se nos presenten en el futuro. Entre tanto, quienes trabajamos en el Justiciazgo seguiremos a vuestro lado siempre. Desde una Institución que tiene nombre en singular pero que debemos sentir en plural, porque es de todos y para todos. Saldremos, unidos.

ÁNGEL DOLADO PÉREZ

Justicia de Aragón