Preocupación en Ansó
No tengo muy claro cómo empezar esta carta... y es que yo no soy carne de cañón de este tipo de cosas; ansotana que por exigencias de la vida no reside en su pueblo.
Estoy sabedora de la situación grave, difícil y muy delicada por la que están pasando mis convecinos y principalmente todos los integrantes de la Fundación Cocorro, tanto nuestros mayores (esas personas que han logrado que los adultos seamos hoy lo que somos), como Alfonso (director de la misma y cuya bondad no está escrita), así como todas esas mujeres que se han convertido en la guía de sonrisa de todas esas personas ancianas (cuidadoras y personal de limpieza).
Resulta que por inconciencia, nunca deliberadamente, de un familiar de un residente de la misma, se han visto contagiados por el Coronavirus: un desastre en una residencia (terrible incluso en el pueblo entero) donde la media de edad es de 80 años; hasta aquí no os digo nada nuevo, ¿verdad? A todo aquel que me lea, los ancianos de mi pueblo ahora mismo tienen miedo, los ansotanos están asustados... y yo también por ellos. La situación puede ser absolutamente devastadora.
Y el problema, de tal magnigud que por sí solo ya no necesita de adornos, no solo es el contagio. Desde la Fundación y desde el Centro de Salud al cual pertenece el pueblo contiguo, Hecho, han solicitado ayuda de todo tipo a los Órganos de Sanidad de la Comunidad de Aragón, se la han reclamado, se la han gritado, se la han suplicado. Y, estáis en lo cierto, hoy a fecha 19 de marzo de 2020 todavía no se ha recibido ningún tipo de respuesta y por supuesto ningún tipo de ayuda.
No soy capaz de encontrarle una explicación a la poca o nula ayuda inminente que está sufriendo mi pueblo, ayuda que si finalmente llega dilatadamente en el tiempo, ya no será necesaria. Informo, por tanto, para que todos los aragoneses sepamos la ayuda y protección que en momentos críticos podemos recibir de este nuestro Gobierno Autonómico.
Aragón es una gran tierra, y los aragoneses somos gente brillante, tozuda, trabajadora y solidaria. Quiero creer que siempre haremos honor a esos atributos. Y desde aquí, desde mi creencia, desde mi esperanza, desde el medio que puedo gritarlo, lo reitero y reitero de nuevo: Ansó necesita ayuda, nuestros mayores del Pirineo necesitan ayuda.