Opinión
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  • PASCUAL ASCASO

Supuestamente, desde la deshonra a la honra

Al rey Felipe VI le honra, y de que manera, la renuncia hecha a la herencia, supuestamente "deshonrosa", que le pudiera pertenecer de su padre y el paso dado de retirarle al mismo la asignación que tenía fijada en los presupuestos de la Casa de Su majestad el Rey. Lo hecho es una forma de hacer bueno lo que el rey dijo en el discurso de proclamación del 19 de junio de 2.014 y que no fue otro que "la Corona debe velar por la dignidad de la institución, preservando su prestigio y observando una conducta íntegra y transparente como corresponde a su función institucional y su responsabilidad social". A mi juicio aún le faltó añadir que don Juan Carlos debería devolver lo que ha venido percibiendo por dicha asignación aún después de que el pasado mes de julio de 2019 decidió retirarse de la actividad oficial.

Por otra parte, don Juan Carlos afirmó en los tiempos en los que su yerno Urdangarín estaba en liza con la justicia, que ésta debía de ser la misma para todos. Y tenía razón como lo avaló en aquel momento el hecho por el cual su yerno terminó en la cárcel por sus fechorías y allí sigue. Me supongo que ahora, si es coherente, seguirá pensando de la misma manera y por lo tanto no deberá haber excepcionalidad alguna, ni atajo posible para que quien la haga la pague, sea yerno de rey, ex Rey o Perico de los palotes.

Para tener una sociedad justa, deseo de todos los ciudadanos de bien, será necesario que todos, entre otras muchas cosas, deben ser medidos con la misma vara y tengan los mismos derechos y las mismas obligaciones. Todos queremos una sociedad justa y garante.

El paso dado por Felipe VI parece que pone bien a las claras que las andanzas dadas por su padre Juan Carlos no han sido, supuestamente, las correctas y de allí el que no quiera ser partícipe del chollo deshonroso que éste le ofrece.