Opinión
Por
  • Mercedes Puyuelo Simelio

Segunda semana de confinamiento

Esta semana ha pasado rápidamente las personas tenemos una gran capacidad de adaptación a lo largo de las generaciones, que nos hace sobrevivir a los acontecimientos que nos sobrepasan y no sabemos cómo controlar. Todos, pequeños y mayores hemos programado durante el día unas rutinas que nos han hecho vivir de forma distinta teniendo menos incertidumbre y miedo a lo que vendrá. Las redes sociales nos ayudan pues nos dan propuestas, hacen comentarios,… y nos indican que no estamos solos y que podemos conversar y contemplar como si miráramos un escaparate y viéramos las tendencias, más personales, chistosas,… que nuestro cerebro utiliza para conectar nuestras neuronas y seguir aprendiendo. La situación de los profesionales, es muy tremenda, con pocos medios técnicos están intentando hacer milagros y paliar el sufrimiento y la soledad de los enfermos. Tenemos el problema del personal sanitario, que se lamenta que no puede aprender el nombre de los pacientes, y de las personas que fallecen. Se dice que todos moriremos solos pero, estas personas se encuentran mucho más solas, sin sus familias, nos preguntamos: ¿cómo éstas podrán hacer el duelo y los moribundos ¿qué sentimientos tendrán al ver qué sus seres queridos no están a su lado Problema que tendremos que solucionar después del confinamiento pero, nos adaptaremos, no nos cabe ninguna duda, aunque la pandemia la recordaremos como una experiencia fuerte y dolorosa. Aprenderemos a estar preparados, a qué somos muy vulnerables a que nuestros representantes políticos no piensan más que en lucrarse y no entienden que están al servicio de los ciudadanos aun a costa de su vida. Si lo pensaran no se presentarían y nos harían mucho favor pues, podríamos vivir con más riqueza ya que nos ahorraríamos mucho dinero solo permanecerían los que, de verdad, tuvieran vocación y liderazgo y serían muchos menos.