Opinión
Por
  • TEÓFILO MARCO ESTELLA

Mucho vale el ser humano

El hombre ha medido la lejanía de las estrellas, pesado el átomo, contado los glóbulos que hay en la sangre; el ser humano se ha remontado sobre las nubes y bajado al fondo de los abismos, robando sus secretos a la naturaleza; pero poco se estudia y se conoce a sí mismo. Y por ello poco valoramos la vida humana, ahí está esa maldita "cultura de muerte": guerras continuas, terrorismo, aborto, eutanasia, violencia machista, el crimen organizado, etc.

Los diamantes de Kimberley, los rubíes de Sian, los zafiros de Nichapuz, las esmeraldas de Colombia, mucho valen, pero una vida humana vale más que todo el oro y las piedras preciosas de la tierra. Es que el ser humano tiene alma: entendimiento, memoria y voluntad.

Las hermosas plantas y flores; los altos cedros y las robustas encinas; el ruiseñor con sus encantadores cantos, y el faisán con sus plumajes, y el águila con sus alas, y el león y el tigre con sus garras y con su fiereza, no piensan, no progresan, porque no tienen un alma espiritual como el ser humano.

El valor del ser humano es porque está hecho a la Imagen y Semejanza de Dios. Y es así porque "nadie sino Dios lo puede hacer." (Cicerón, de natura deorum, lib III) Dice Voltaire en un epigrama. "El mundo me preocupa, y no puedo concebir que exista y no tenga relojero." Sí, Dios ha creado el universo y también lo más valioso de todo cuanto existe: El ser humano.